martes, 25 de septiembre de 2007

San Diego con piernas


La diversidad de San Diego es enorme. En la entrada están los libros, un par de cuadras más adentro están las multitiendas, luego las bicicletas y los computadores. Sin embargo lo que menos se conoce de este barrio son los cafés con piernas, hay sólo tres locales y son frecuentados generalmente por los mismos comerciantes del barrio.

Verónica de 28 años trabaja hace siete años en el café Ya Han que se encuentra en la calle Tarapacá con San Diego. Este es un café- Cabaret, lo que quiere decir que en el día no se hacen desnudos, se vende sólo café a sus clientes y se debe atender detrás de la barra. Verónica llega a las 12:00 horas y trabaja hasta las 21:00 horas que es el cambio de turno. Le gusta trabajar allí porque encuentra que es un trabajo muy relajado y que le permite estudiar de noche. Ella estudia una carrera técnica y lo único que desea es terminar rápidamente sus estudios para poder mantener completamente a sus cinco hijos, porque actualmente se los cuida su madre y también le ayuda a pagar sus estudios.

En el día, primer turno, sólo trabajan cuatro chicas que viven una similar situación a la de Verónica. Todas estudian y muchas ocultan su trabajo a sus familiares. Con vestimentas que no alcanzan a cubrir mucho, más bien parecida a ropa interior, pero muy pequeña, de color negro. Un material parecido al cuero. El pago es a través de honorarios, no tienen sueldo base.

Los clientes no son muchos en el día y parecen no faltar el respeto a las chicas. El café no está autorizado por ley desde el 2002 a que estén fuera de la barra, que no haya desnudo, sin shows ni bailes eróticos. No pueden hacer nada de lo que no esté permitido en la patente municipal. Doña Irma quien es cajera y muy amiga de la dueña, cuenta que muchas veces llegan carabineros no uniformados para realizar una inspección del café. Si llegaran a encontrar una falta de las ya nombradas el lugar podría ser clausurado.

Sin embargo en la noche cambia todo el escenario. Los turnos de día terminan y llegan nueve chicas, las luces se bajan y se repleta de hombres.

En las noches se presentan shows de desnudos en un escenario en el cual muchas veces los hombres tratan de subirse desesperados, muchos están borrachos y quieren propasarse con la bailarina. Según Carolina que trabaja de noche y muchas veces le ha tocado bailar, “Es difícil controlar la situación”. La mayoría de las que trabajan ahí dicen realizar aquel trabajo por necesidad y no porque les agrade. El ambiente no es muy acogedor y muchas son rivales. La envidia a veces inunda. Algunas mojan el traje de la que le toque bailar para que no salga al escenario, pero eso es poco. Porque bastantes veces la situación ha llegado a mayores y algunas han alcanzado el punto de golpear a sus compañeras por sólo tenerles envidia.

En el café la selección de las mujeres que trabajan son elegidas por la dueña, llamada Tai Chan Li de nacionalidad japonesa. No se eligen mujeres pasadas de kilos y se pide como requisito sacar en algún hospital la credencial aprobada de sanidad. Debido que en las noches hay privados. Lo que quiere decir que pueden tener relaciones sexuales en el local. Aunque este acto esté penado por la ley.

Según Irma dice que las que trabajan aquí son muy audaces y saben que hacer cuando llega un carabinero. Siempre se las arreglan para que no las pillen.

El local cierra a las cuatro de la mañana y es muy difícil hacer que los hombres se vayan. El horario es permitido por la ley.

Después de una noche agitada todas las mujeres quedan exhaustas, muchas se quedan a dormir para esperar a que amanezca y a las 12:00 horas nuevamente abre el local para comenzar un nuevo día.

sábado, 8 de septiembre de 2007

El ayer y hoy del Teatro Cariola


Debido a afanes de encontrar un escenario en donde actuar para que se presentaran compañías del teatro chileno que en su época eran negadas por el esplendor del cine sonoro y movimientos juveniles de la época nació el teatro Cariola ubicado en San Diego 246.

En 1954 muchos chilenos ayudaron a que naciera un teatro propio cooperando con pequeñas ayudas. El gobierno con la Municipalidad de Santiago fueron también muy importantes para que este teatro cobrara vida. Comenzó con una capacidad de 1.100 butacas entre platea baja y alta. Hoy es el Cariola un edificio de cinco pisos en donde se encuentra una sala más chica de 150 butacas inaugurada con el nombre de Talía, hoy Alejandro Flores.

Un sueño hecho realidad es este edificio que ya tiene 53 años de vida entregando miles de espectáculos y dejando recuerdos tan apreciados por algunos santiaguinos.

Es un pivote cultural el Cariola en medio de de un verdadero mercado comercial que cada día se expande con características más sofisticadas. Esto significó, precisamente un cambio notorio en un barrio que se caracterizaba por su bajo nivel social y cultural. En cierta forma el teatro dignificó a San Diego, se volvió distinto, cambió su status social y otros comenzaron también a construir. Se levantaron el edificio del teatro Roma al lado del Cariola, al frente el Guendelman construyó la sala Mistral y pronto en la misma cuadra habría tres teatros más. Cariola fue el impulso del progreso del popular barrio San Diego.

Antes un teatro con platea, palcos balcones y galerías donde el público gozaba con el espectáculo que les ofrecían sus artistas favoritos. Hoy las localidades de lunetas, anfiteatro ya no se usan. Y el Cariola sólo se asimila al rostro de los más viejos santiaguinos.

Para que éste no pase a ser un simple centro cultural, el Cariola fue remodelado. Se instaló aire acondicionado, se cambiaron las butacas y ofrece shows de primera. Lo mejor de todo es que el Cariola se ha reunido con otras compañias de teatro para montar obras gratuitas para expandir la cultura a los sectores sociales más necesitados. Un teatro que aún no se esfuma entre los tantos recuerdos y pretende perdurar por mucho más.

Una vida rodeada de libros


El único negocio de libros abierto un día Domingo en la mañana, tipo 10:30, justo a un costado de los juegos Diana en la calle San Diego. Era el de la doña María Teresa. Se encontraba bastante abrigada, con un gorrito gris, una chaleca gris, su falda también gris y unas botas negras. Estaba bastante fresco y muy apagado el día. Los Domingos generalmente no se trabaja en el barrio de San Diego. Sin embargo la señora María Teresa si, dando como razón que la necesidad está primero que el descanso y es necesario trabajar de lunes a lunes desde las 10:00 de la mañana hasta las 7:00 de la tarde aproximadamente.

El local se llama “La Iliada, La Odisea” porque la vida es mitad verdad mitad mentira afirma. Es un local pequeño repleto de libros nuevos y usados. Trabaja ahí hace 20 años junto a su amiga y socia llamada María Luz Ramírez de 61 años, que por lo demás no andaba de buen humor ese día Domingo. Estaba muy enojada porque la venta estaba floja y afirma que el Transantiago es el culpable, porque antes llegaba mucha locomoción y hoy ya no llega nada.

Ya con 55 años doña María Teresa ha trabajado toda su vida desde los 13 años. Su primer trabajo fue en calzado más bien llamado “aparado” que consiste en coser el zapato y armarlo. Tiene 3 hermanos, dos mujeres y un hombre y aún están vivos. Ella vive junto a su madre de 77 años que quedó viuda a los 27 años. El padre de la Señora María Teresa murió de un accidente. Ella tiene muy buenos recuerdos de él, aunque sean pocos porque era muy pequeña. Lo que más se le viene a la mente es que su papá llegaba todos los días con caramelos porque le encantaba el chupete. Afirma que su infancia fue muy linda junto a su madre “Ella es una mujer muy alegre y dinámica”, dice.

Es soltera y no tiene hijos, aunque según ella fue muy polola pero nunca estuvo en sus proyectos el casarse. Siempre ha querido estar junto a su madre y no le interesa nada más. Es feliz así, aunque el trabajo se ponga monótono. Le encanta leer y así se entretiene o por último pensar, pero según ella ese es el último recurso.

Mientras su socia y amiga le hace cariño a su perrita podle negra llamada Bebé, que las acompaña todos los días, la señora María Teresa vende el libro “Elegí vivir” a un hombre que le pide una rebaja y ella se la niega. Sin embargo él lo compra. Ella se pone media contenta por ser la primera venta del día, siendo las 12:00 en punto.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Y tú, ¿Qué sabes del barrio San Diego?


Barrio San diego al día está dedicado a todos los santiaguinos que deseen saber más de un lugar tradicional de Santiago. En el cual pueden encontrar historia, picadas de comida chilena, de todo para comprar a bajo costo y entretención familiar.


Para que se ubiquen de donde se está hablando, la calle San Diego pertenece a la comuna de Santiago Centro. Comienza desde la estación de metro Universidad de Chile hasta aproximadamente la estación Franklin. Intersecta con las siguientes calles principales: empieza desde la Alameda, pasando por Santa Isabel, 10 de julio, Manuel Antonio Matta, Franklin, llegando hasta la calle Placer.



Este blog te pondrá al tanto de un barrio repleto de actividad comercial y que es muy importante para Santiago.